En 2018 decidimos estar juntos en el mismo yate y recibimos una oferta para trabajar de capitán y marinera en una Mangusta 80 semi-abierta, con dos motores de 5000 caballos en conjunto con los que el barco hacía una velocidad de crucero de 34 nudos y una máxima que nunca descubrimos ya que solo forzamos los motores al 95% de su capacidad, alcanzando así 47 nudos. Este súper yate tenía hélices de superficie con sistema Arnesson, es decir, no tiene timón ya que las hélices se giran según se mueva la dirección haciendo girar así el barco.